La imprenta fue una revolución inadvertida. Un agente de cambio social. La tradición clásica y cristiana estaba siendo reorientada y reconsiderada en los siglos XV y XVI.
La rápida reproducción del libro impreso, hizo más accesibles los textos, y aseguró una penetración y propagación del escrito entre la sociedad en cuotas donde nunca llegó el libro manuscrito.
A los textos literarios, de autores clásicos de filosofía o teólogos medievales, se suman los de derecho y los científicos. Predominando los textos religiosos, con un gran número de ediciones de las sagradas escrituras, los libros para la celebración del culto y para orar, tanto clérigos como laicos. Los libros piadosos o de carácter místico, publicados en lengua vulgar, gozaban de un amplio número de lectores.
El libro impreso sirvió a los eruditos porque procuraba el resurgimiento de los clásicos y de los textos de medicina, astronomía o matemática antiguas, lo que significó el desarrollo de las nuevas disciplinas científicas, abriendo las mentes al conocimiento humanista, alejándolo de la ignorancia o la superstición.
Igualmente, el Renacimiento valenciano viene acompañado de la impresión de la palabra de Dios. El hombre y la mujer renacentistas podrían ser lectores en latín ciceroniano, pero sin duda también eran cristianos. Y la Iglesia entendió inmediatamente que debía de asociar la imprenta a la misión providencial de expandir el evangelio. Con el fin de convertir los moriscos o de luchar contra los herejes.
El éxito de la imprenta radicó en que se dirigía a un público cada vez más letrado, y no sólo al público de graduados de las universidades, sino a profesionales urbanos o a un gran número de sacerdotes. Alimentando la piedad popular, con hagiografías y oraciones, e imprimir libros para los usos de los religiosos, como breviarios misales o sermonarios, que eran un éxito editorial seguro.
Ex Hippocratis et Galeni monumentis isagoge summa diligentia decerpta ad faciendam medicinam, non minus utilis quam necessaria. Autore Ludovico Collado, médico valentino artis medicae publico doctore. Valentiae, Ex typographia Ioannis Mey, 1561. Cum privilegio ad decennium.
Biblioteca de la Facultad de Medicina (Univ. Complutense), 63
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