Jerónima Galés se nos presenta a lo largo de las diversas disposiciones testamentarias que se conservan como mujer de fuerte personalidad e independencia. Merece un comentario particular la relación de amistad y de confianza con la noble valenciana Ángela Almenar y Monfort, de quien editó la obra Constitucions del loable Colegi de la Assumció de la Verge Mare de Déu, anomenat de na Monforta. Consta en el primer testamento de la impresora que la había autorizado a ser sepultada en su mismo vaso sepulcral: «sepultura al meu cos ésser feta en la devota e insigne Seu de València, en la capella e sepultura de la magnífica na Hierònima Àngela Almenar (…) construïda a les spatlles del cor de la dita Seu».
Con estas palabras precisas permanece escriturado por el notario Lluís Nicolau Vaziero. Ante este mismo notario de confianza, Jerónima redactó, sin embargo, el citado nuevo testamento del año 1581, donde dispuso que su cuerpo fuera enterrado finalmente en la Iglesia del Hospital General de Valencia, en la capilla dicho de nuestra Señora del Pópulo. Sus legados piadosos fueron los acostumbrados: treinta libras para rezos y misas por su alma y la de todos los difuntos, entregando otros cinco para caridad a dicho Hospital. Las otras veinticinco libras debían destinarse a su sepultura, y si hechas y cumplidas todas estas cosas en restaba alguna cantidad, estableció que fuera distribuida en otras misas y obras pías, a voluntad de su heredero. Acto seguido, el testamento aclara la realidad doméstica de la familia Mey.
Como jefe de la familia, ya había concertado todos los matrimonios de sus hijas con la intención de crear alianzas ventajosas dentro del círculo de negocios de impresores, estudiosos y libreros de Valencia; tenía a su cargo un nieto, a quien pagó los estudios; y una nieta, a quien proporcionó el ajuar y pagó la dote.
En uso de su facultad de libre distribución, la impresora hizo legado a sus hijos y nietos: a Felipe Mey, cien libras, por parte y por legítima; a la su hija Ana Ypòlita Mey y de Sans, mujer de Gaspar Sans, ciudadano de Orihuela, veinte sueldos por parte y por legítima; a Francisca Egipcíaca Mey y de Olgiat, mujer de Benedicto Olgiat, también veinte sueldos por parte y por legítima; a la su nieta Jerónima Escolástica Olzina, hija de Ángela Serafina Mey y de Honorato Olzina, librero, doscientas libras; a su nieto, y hermano de aquella, Honorato Juan Olzina, dos cientos libras, sin detracción de legítima; y también, doscientas a Patricio Sans, hijo de Ana Ypòlita Mey. Continuó precisando la sustentación de todos los descendientes que vivían en su casa, especificando que entregaba a su nieto, Honorato Juan Olzina, que califica como «estudiant», su cama«ab son aparell, libres de son estudi, guadamacils, taula, dos cadires y una caxa que té en son estudi hon dorm, y més que lo hereu davall scrit lo governe de menjar y vestir de la manera que jo lo he sustentat fins lo present dia, y açò fins que aquell tinga edad de vint-y-cinch anys».
Jerónima Galés, en edad madura, preparaba así la continuidad del taller en la persona de su hijo, Pedro Patricio Mey. Lo constata la renovación de la concesión de cincuenta libras anuales para el mantenimiento del taller tipográfico en la ciudad que decretaron los Jurados de Valencia a nombre de madre e hijo, a partir de 1582. Y es que llegamos inexorablemente al año del óbito de Jerónima Galés. A partir del 11 de mayo de 1587 sólo constará en los encargos del Hospital General, su hijo Pedro Patricio. Cinco meses después, en octubre, según consta en la publicación del testamento, murió en su casa de la Plaza de la Hierba, parroquia de San Pedro en la ciudad de Valencia, dejando el taller tipográfico de los Mey en herencia a su hijo pequeño. Pedro Patricio dijo al notario y los testigos presentes ese día que: «per la pressència de nostre señor Déu y amor que aquell tenia de dita sa mare, acceptava la dita herèntia».
Libro de las historias y cosas acontecidas en Alemaña, España, Francia... y mundo nuevo y en otros reynos y señorios... / compuesto por Paulo Iovio... en latin y traducido en romance castellano por Antonio Ioan Villafranca. Valencia : en casa de Ioan Mey : [a costa de Honorat Alzina], 1562.
Biblioteca Històrica de la Universitat de València, R-1/125.
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